Pirineos Sur vive uno de sus momentos más intensos tras una semana marcada por la energía del directo, la conexión con el público y tres llenos absolutos en el auditorio natural de Lanuza. Más de 16.000 personas asistieron a cuatro jornadas consecutivas que confirman el excelente estado de forma del festival.

Cuatro noches, tres llenos y 16.000 asistentes

La segunda semana de Pirineos Sur ha sido histórica. En tan solo cuatro noches, el festival ha logrado colgar el cartel de entradas agotadas en tres ocasiones. La asistencia acumulada asciende ya a más de 27.000 personas, consolidando una edición que aún tiene por delante varios conciertos de alto perfil. La respuesta del público ha superado todas las expectativas, con una energía compartida que ha convertido el anfiteatro de Lanuza en un auténtico hervidero.

Viva Suecia, una descarga de emociones indie

El cierre de la semana tuvo como protagonistas a Viva Suecia, una de las bandas más queridas del panorama alternativo nacional. Su aparición en el escenario flotante sobre el embalse fue recibida con auténtico fervor. Desde los primeros acordes de “Bien por ti”, el público se entregó en cada verso, creando un ambiente de comunión total.

Durante hora y media, la banda desgranó un repertorio sólido y bien medido, en el que no faltaron himnos como “Los años”, “La orilla”, “Dolor y gloria” o “La voz del presidente”. Uno de los momentos más celebrados llegó cuando Rafa Val descendió al público durante “No hemos aprendido nada”, reforzando una vez más el vínculo emocional que los murcianos establecen en cada directo.

Ultraligera, la gran revelación de la noche

Antes del plato fuerte, Ultraligera demostró por qué se ha convertido en una de las bandas emergentes más seguidas de los últimos años. Con una actuación intensa, dinámica y sin concesiones, dejaron claro que ya no son promesa, sino una realidad asentada en la escena nacional.

Abrieron con “La basura” y desde ahí desplegaron un repertorio de alta carga energética, donde las guitarras fueron ganando peso hasta llegar a sonidos más duros. Canciones como “Matanza en el hotel” y “Recuerdos del baile” hicieron temblar el valle, incluso bajo una lluvia que no logró enfriar los ánimos.

El entorno, un protagonista más

El escenario natural de Lanuza vuelve a ser uno de los grandes atractivos de Pirineos Sur. Rodeado de montañas y con el embalse a los pies del escenario, el entorno convierte cada concierto en una experiencia multisensorial. Esta localización única ha demostrado ser el complemento perfecto para una programación que cuida tanto el contenido artístico como el contexto en el que se presenta.

Además, el festival refuerza este año la movilidad sostenible, con opciones de acceso a pie, en bicicleta y mediante lanzaderas, facilitando la conexión entre el evento y el entorno natural de forma respetuosa y funcional.

Próximas citas con sabor internacional

Aún quedan grandes noches por vivir. En la recta final del festival, nombres como Nathy Peluso, Julieta Venegas, Ben Harper o Residente se preparan para ofrecer actuaciones que prometen mantener —e incluso superar— la intensidad vivida hasta ahora. El ambiente de celebración que reina en el valle anticipa un cierre de edición a la altura de su historia.

Modofestival es un magazine informativo y no forma parte de la organización de este evento.
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